Tengo una amiga que tiene una hija de 12 años.
Esta joven tiene un perfil en Instagram.
Suele subir bailes con sus amigas.
O fotos simpáticas haciendo corazones con las manos.

Nada atípico.

El otro día estaba con ellas tomando algo en una cafetería, hablábamos sobre redes sociales.
La hija le preguntó a su madre:
– Mamá, ¿y yo puedo seguir al profesor de educación física?

La madre respondió a lo gallego:
– ¿Tu profesor de educación física tiene un perfil de Instagram?

Y aquí empieza la verdadera historia…

-¡Pero es privado! – dijo su hija, con la tranquilidad de que el profesor hacía lo mismo que ella, privatizar su cuenta y filtrar contactos. – Él me ha pedido amistad a mí y como yo le he aceptado, quería saber si yo puedo seguir su cuenta.

Tras investigar un poco, efectivamente, la cuenta de este docente de instituto era privada.
Prácticamente, todas las compañeras de la clase de esta niña seguían la cuenta.
También algunos niños.
De este curso y de otros.
No recuerdo cuántos seguidores. Más de 1.000 seguro.
Y este profesor también seguía a esos menores.
En privado.

No era la cuenta de Fulano de Copas, que además es profesor.
Era la cuenta de un profesor de educación física.

Para seguir a tantos menores aprovechando su condición de profesor, los contenidos publicados en esta cuenta no tenían relación con la teoría de la educación física.
Ni con valores saludables.
No publicaba consejos para una diera sana, ni tablas de ejercicios para adolescentes.

Publicaba fotos de él sin camiseta. Incluso en ropa interior.
Luciendo físico.
Nadando. Saliendo de la piscina con el abdomen contraído.
Con la cerveza, después de un paseo con la bicicleta por la montaña, sin camiseta.

Desconocemos si este profesor ha quedado con algún menor más allá de lo propio del entorno educativo o si lo ha intentado. Le preguntamos a la hija de mi amiga y dijo que no sabía nada.

Si ha quedado con alguno de estos menores o si lo está intentando, lo primero que habría que explicar es que el embaucamiento de menores de 16 años en entornos digitales es un delito penado en España. Child grooming, lo llaman. Un delito castigado con la pena “de uno a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro meses, sin perjuicio de las penas correspondientes a los delitos en su caso cometidos. Las penas se impondrán en su mitad superior cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño”, según el Código Penal.

Si contacta con estos jóvenes para conseguir, o consigue “sin quererlo”, algún tipo de material, por ejemplo, fotografías de esas personas menores de edad, también es un delito. Será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años.

Si el objetivo no es ninguno de los anteriores, sino que sólo busca tener muchos amigos, lucir su cuerpo de profesor de educación física o ser muy amigable… Hijo mío

Si lo que buscas es difundir los valores de la educación física -o de cualquier otra rama de conocimiento- dentro del ámbito educativo, deberías:

  1. Tener un perfil abierto, no privado
  2. No seguir los perfiles del alumnado, por mucho que ellos te sigan a ti
  3. Controlar el estilo de las publicaciones y adaptarlo a tu público
  4. Comentarlo con la dirección del instituto para que sepan la existencia de esta cuenta y sus objetivos. No para pedir permiso, sólo para su conocimiento
  5. Recibir educación digital (llama a FUNDAMENTAL)
  6. Cumplir con los requisitos de seguridad del entorno digital con menores

El equipo docente de los centros educativos debería recibir educación específica.
Educación digital.
Y sobre comunicación en momentos de crisis, también. ¿Os imagináis un director de instituto que sepa que un profesor de su centro ha acosado a varias menores (demostrado) y lo esconda “a favor” del centro para no hacer un escándalo…? Y como solución, ese abusador es cambiado de centro sin avisar nada a nadie.

No sé vosotros, pero yo esta suma con dos unidades la resuelvo así:

(1 pederasta + 1 encubridor) = 2 pederastas.

Hace falta formación continuada.
Mucho más allá de esas que te ofrecen puntos baremables sin obligarte a aprender nada.

Y, por cierto:
Si tú no has sabido gestionar o reconducir esta situación que te cuenta tu hija. O hijo, claro.
Si tu hija tampoco sabe cambiarla. O no sabe cómo ha llegado ahí. O tu hijo.
¿Ni si quiera te has enterado?
También necesitáis educación digital.

Recuerda esto: la cultura digital es FUNDAMENTAL

Imagen de portada: pixabay 147413
Imagen interior: pixabay 35177

Un comentario en «Porqué los docentes necesitan recibir educación en el ámbito digital (o cómo evitar citas con la justicia)»

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