¿No te hacen gracia las ofertas de trabajo que se leen por ahí*?
Tengo la suerte de no buscar empleo en este momento. Pero me gusta controlar las ofertas de trabajo para hacerme una idea de los perfiles que buscan las empresas. Eso ayuda mucho a evaluar hacia dónde vamos, hacia dónde deben ir encaminadas las empresas y qué formación voy necesitando respecto a las tendencias del mercado. Y, con sinceridad, nos vamos a la mierda como profesionales del sector comunicación.
Ya. He dicho mierda. Y, si te digo la verdad, mi reputación digital se está empezando a arrepentir de lo que he dicho. Pero más preocupante que mi opinión sobre hacia dónde vamos, mucho más que eso, es lo que ofrecen las empresas:
Después de entender la comunicación como algo imprescindible -pero que puede hacer cualquiera con su móvil, porque su teléfono tiene cámara y unos filtros chulísimos, o con un power point y una sombra paralela- deciden contar con un experto. Y claro, hay que buscar uno. ¿Tú conoces a alguien? Al final, deciden lanzar una oferta en LinkedIn. Y yo, me lo imagino así:
Como nos estamos quedando atrás, vamos a mejorar la comunicación de la empresa. Queremos alguien que se ocupe de SEO, SEM, Big Data, gestión de redes sociales, bootcamp, producción de contenidos audiovisuales, inbound y mobile marketing, marketing de contenidos a todos los niveles, un redactor y un copywriter, editor de vídeo y animación 3D, con conocimientos en WordPress y gestores de mailing, que sepa gestionar campañas publicitarias en redes y que además tenga una amplia red de contactos/perfiles que nos resulten útiles para la marca. Pon también, por supuesto, con inglés C1 demostrable, alemán y chino valorables.
Así no hay quien resista. Ni como profesional, ni como empresa. Ni como unicornio.
Apreciación, por si no queda claro. En esa lista de requisitos que piden como si nada, se están solicitando al menos cinco puestos de trabajo diferentes. Y por el mismo precio. Y la empresa querrá que la misma persona desarrolle esas cinco funciones con la misma intensidad, el mismo conocimiento y eficacia que si hubiese un equipo de cinco personas. Y si puede, que antes de irse a medio día, lo traduzca todo a chino fluido.
Por otro lado, algo que señalar sobre la oferta: «horarios flexibles» o «a convenir», «salario oculto» o «a definir por la empresa según experiencia previa», no son condiciones de nada. Solo indicios de la, seguramente, explotación mental y falta de transparencia absolutas.
Respecto al trabajador: jamás sabrás suficiente para cubrir tu puesto de trabajo. Es imposible. No te frustres. Cuando hagas el máster en marketing, se llevará la gestión digital, y cuando hayas acabado con eso para no caerte del carro, tendrás que ser diseñador a la vez que editor de sonido mientras regulas esa voz que te dice, con aire, «te ha quedado muy profesional», «esto que has hecho es un trabajo muy digno» o «qué bien te ha quedado ese power point» -que has hecho After Effect. Y a la vez, justo necesitarás tener conocimientos en marketing de contenidos y ser el as de la automatización de WhatsApp…
Ah, y que sepa trabajar en equipo. ¿En qué equipo? Si el equipo ya lo hace esa persona sola. Bueno, pero que sepa. Y que sea empático. Y que tenga capacidad de adaptación y de resilencia, como los metales.
Si no cumples con los requisitos, siempre puedes «reinventarte».
Por cierto, en una tienda online de unicornios he visto que venden lágrimas en botes con dosificador. Así que, al menos, eso ya lo tenemos…
Buena suerte.
Ahí = plataformas sociales digitales especializadas en empleo y que no controlar ni una sola publicación de demanda dejando expuestos a la explotación a los posibles candidatos.
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