Ella fue la primera mujer de una unidad de los SEAL de la Marina de los Estados Unidos y merece un respeto. ¿Nadie va a disculparse con ella?

Después de todo el alboroto vivido tras la actuación de Will Smith en la gala de los Óscar, hay un personaje del que se habla muy poco. Hemos hablado del que cometió una agresión verbal, Chris Rock; también del que, creyendo resolver el problema, llevó a cabo una agresión física, Will Smith. Y también hemos hablado, quizá menos, de la agredida, Jada Pinkett-Smith, quien fue víctima de la denominada violencia estética, y quien decidió defenderse con una clarísima cara de asco hacia el humorista. Pero poco se está hablando de la otra pieza de esta historia: la teniente Jordan O´Neill.

¿SER LA TENIENTE O’NEILL ES UN INSULTO?

Jordan O’Neill fue la primera mujer de una unidad de los SEAL de la Marina llamada U.S. Navy Combined Reconnaissance Team. Se dice pronto, pero le costó muchísimo hacerse valer en un mundo totalmente masculinizado. Fue menospreciada, infravalorada, vejada y maltratada por sus compañeros y por sus superiores durante toda la película. El giro del guion, tanto de la película como de una historia no tan irreal, decide darlo ella misma cuando toma la decisión de masculinarse para ser uno más y hacerse respetar. Y para ello, entre otras cosas, se rapa la cabeza. Razonamiento:

El ejército es de hombres

Tener un alto cargo es de hombres

La lucha y el preparamiento físico para el combate es de hombres

Los pantalones del uniforme son de hombres

Raparse la cabeza es de hombres

Y, para los que nos hayáis visto la peli, levantarte en mitad de una pelea con la cara partida y decirle al malote del grupo “chúpame la polla” vitoreada por un grupo de hombres que te lo ha puesto muy difícil, es muy, muy de hombres.  

Así, soy uno más.

Imagen: sensacine.com

LOS ROLES DE GÉNERO

La cuestión de fondo, como siempre, son los roles de género y aquellas cualidades que, de forma automática, son y han sido atribuidas a ellos por ser hombres y a ellas por mujeres, por el simple hecho de serlo. Recapitulemos, tradicionalmente:

Las mujeres que llevan el pelo corto, muy corto o no tienen, no son femeninas: lo vemos, sin ir más lejos, en aquellas que sufren los efectos de la quimioterapia y son noticia cuando deciden hacerlo visible, frente a los hombres que lucen su calvicie y no son noticiables.

Las mujeres que van al ejército no son femeninas. De hecho, las vestimos con falda para resolverlo, con lo incómodo que tiene que ser desfilar con ella y con zapatos con cierto tacón.

La teniente O´Neill no es femenina: está en un mundo de hombres y tiene la cabeza rapada. Además, está fuerte, más bien podemos decir que está petada. Las mujeres que están fuertes, tradicionalmente, no son femeninas.

Por tanto, que te digan “Teniente O’Neill” es un insulto.

GRACIAS, TENIENTE

Para mí, señor Rock, ser la Teniente O’Neill no es un insulto. Es un honor. Es una mujer que ha luchado por sus ideales, por su carrera y por ser respetada, que se supera y que no se deja avasallar por un entorno machista que solo quiere humillarla. Es un ejemplo para el feminismo, para hombres y para mujeres, para la sociedad.

Se rapa (o no). Está fuerte (o no). Y le chupan la polla si hace falta. No se puede ser más mujer.

Gracias, teniente O’Neill por inspirarnos a muchas y por ser un reflejo de los problemas sociales desde 1997. Gracias, teniente, por ser un referente femenino y feminista.

Imagen de portada: https://latenightstreaming.com/

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