En colaboración con el Centro de atención a la mujer del Valle de Lecrín, desde Periodísticamente hemos impartido en tres institutos el taller ¿Por qué somos feministas? Buena pregunta. La actividad se justifica por la convocatoria de un concurso nacional de TikTok con motivo de la celebración del día 8 de marzo: el objetivo ha sido aportar ideas y reflexiones de carácter inspirador para los adolescentes participantes. 

Hemos trabajado con el alumnado de los institutos Alonso Cano y Valle de Lecrín, de Dúrcal y La Laguna, de Padul. En un taller de una hora, hemos reflexionado, cuestionado y debatido sobre varios aspectos relacionados con la desigualdad de género:

  • Explicar qué significa el feminismo y cuál es el origen de la palabra ha sido la introducción al taller
  • Trabajamos sobre cómo funcionan los estereotipos, cómo se construyen los prejuicios y cómo los roles de género nos condicionan
  • Aportamos sugerencias sobre nuevas narrativas interpersonales, es decir, sobre la necesidad de la evolución del lenguaje para promover la igualdad, en contra, por ejemplo, de la cosificación sistemática de la mujer
  • Para terminar, hemos analizado brevemente una serie de vídeos para determinar cómo se construye un mensaje audiovisual.
Imagen: Mari Trini Jiménez

Así, hemos encaminado todo el contenido del taller a aportar ideas para participar en el concurso de TikTok, siempre, cómo no, desde una perspectiva feminista. Desde el principio hemos intentado potenciar la capacidad crítica a través del debate y de la libre intervención de los participantes.

Ha sido una mañana intensa, pero muy satisfactoria. Donde, como siempre, hemos aprendido mucho del alumnado asistente. Algunas conclusiones que hemos sacado tras esta triple experiencia educativa han sido:

  • Existe una confusión con la palabra feminista. Muchas personas desconocen el significado y el origen de la palabra. Si te interesa el tema, aquí tienes información.
  • Siguiendo con el concepto de la espiral del silencio de Elisabeth Noelle-Neumann, existe un miedo a expresar una opinión que choque contra la opinión mayoritaria. En este sentido, en muchas ocasiones, no somos capaces de afirmar que somos feministas, aunque lo seamos, por el posible rechazo o etiquetado que nos pueda poner el grupo. Como hemos demostrado a nivel teórico durante el taller y hemos podido percibir a nivel práctico, parece que ser feminista no está bien visto. No importa, seguimos trabajando…
  • Conseguir la igualdad real entre géneros requiere muchísimo esfuerzo, pues es necesario romper con los estereotipos, deconstruir lo que hemos aprendido, volver a interpretarlo y volver a componer nuestro imaginario con el fin de promover una nueva orden social. Casi nada. Un follón, pero ahí estamos.
  • Cuando hablamos género como base de los estereotipos, debemos hablar también, por la propia evolución de la sociedad, de expresión de género (gracias a ese alumno por el apunte)
  • El machismo afecta a las mujeres, indudablemente, pero también a los hombres. Estos se encuentran encasillados y condicionados por los roles de género y en muchas ocasiones se ven comprometidos por esas atribuciones propias de los estereotipos. Ejemplos, por si no queda claro: los hombres no lloran, los hombres que se dedican a la danza son homosexuales…. En concreto este comentario ha sido expuesto por una alumna, agradecemos la reflexión
  • Romper los roles de género no es fácil, porque muchos, al formar parte del machismo estructural, pasan desapercibidos por la sociedad y nos reconocidos a nivel individual.

Por supuesto, para poder impartir estos talleres hemos necesitado la implicación de los profesores que nos han brindado un espacio dentro del horario escolar. Muchísimas gracias a las docentes Victoria Trillo y Salvador Pérez, del Alonso Cano; a María Gómez, del Valle de Lecrín y Elena Hernández, del instituto La Laguna. Sin vuestro compromiso social y feminista esto no sería posible.

Agradecer, como siempre, la impresionante, incansable e indispensable labor de la trabajadora social Mari Trini Jiménez Molina y de la abogada Encarni Soto Ferrer, técnicas del Centro de Información a la Mujer de la mancomunidad de municipios del Valle de Lecrín: sin vosotras esta tarea educativa no habría sido posible. Y sin vosotras, muchas mujeres se encontrarían desprotegidas. Bueno, en general, las personas feministas, mujeres y hombres, estaríamos vendidas sin vuestra cobertura. Gracias por luchar por la igualdad de género, gracias por construir una sociedad feminista.

Y gracias a esa alumna que me ha preguntado desde cuándo defiendo la causa feminista. Me ha hecho reflexionar, mucho, muchísimo. No se trata de un momento de determinación, se trata de una actitud a la que te obligan tus propias experiencias en tu desarrollo como individuo dentro de la sociedad. En aquel momento, cuando me dirigí al jefe de estudios de mi colegio para pedir que en la clase de gimnasia (antes, en los 90, no se hacía educación física) no me dieran una comba y me dejaran practicar deportes junto con mis compañeros, yo no sabía que luchaba por la igualdad. Cuando me preguntaban por qué me cortaba tanto el pelo siendo una niña o por qué me disfrazaba de Zorro en carnaval, yo no sabía que mi madre y yo luchábamos por la libertad de la mujer y por la igualdad de género. Y así, con todo… es la estructura social la que te guía, por suerte o por desgracia.

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