Habrán sido muchas veces las que, en una conversación informal, ha tenido lugar un debate sobre cómo funciona y fluye la información desde el emisor hasta el receptor. Y habrán sido muchas las veces, las que, como profesionales del sector, hemos detectado una confusión de términos: no es lo mismo el periodista, que el Periodismo, que los medios de comunicación. Por lo general, no suelen hacerse diferencias entre ellos; se juzga y se cuestiona su ética con el mismo rasero. Hagamos un pequeño ejercicio, muy sencillo: escribamos en cualquier buscador estas palabras y observemos qué tipos de imágenes nos aparecen. ¿Son iguales los resultados de búsqueda para Periodismo que para periodista? ¿Y para medio de comunicación? Esto es solo una apreciación.

Esta entrada pretende aclarar esos conceptos que, aunque están estrechamente vinculados, o por lo menos deberían, son diferentes y no debieran solaparse durante su ejercicio y desarrollo. El texto mostrado a continuación está extraído de la tesis doctoral Manual de Deontología Jurídica del Periodismo (*):

Fue en el año 1983 cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobaba en una reunión consultiva de periodistas los Principios internacionales de ética profesional del Periodismo. Aquel documento se ratificó bajo el amparo de la responsabilidad social de periodistas y medios de comunicación (UNESCO, 1983), tal y como puede leerse en su prefacio. Desde 1983 hasta ahora, los principios básicos que hacen que el periodismo sea una profesión dignificada, no han cambiado ni se han visto alterados. En resumen, el documento hacía y hace referencia a:

– El derecho del pueblo a una información verdadera.

– La búsqueda del periodista de una realidad objetiva que ofrecer al pueblo.

– La responsabilidad social del periodista, donde se especifica que la información es un bien social y no un producto mercantil. En este sentido, el periodista debe actuar siempre según su propia conciencia.

– Acceso y participación del público, como por ejemplo en relación al derecho de réplica o la obligación de corrección por parte del periodista.

– La integridad del periodista, desde un punto de vista moral y social.

– Al respeto a la vida privada y a la integridad de la persona protagonista de una información.

– Respeto por el interés público, con la necesidad de volver a matizar el punto anterior, aunque en el documento de la UNESCO no se especifique.

– Respeto a los valores universales, a la cultura, a la diversidad.

– La eliminación de la guerra y otras plagas, donde se promuevan los valores propios del humanismo en contra de toda apología o incitación al odio, agresiones o guerras… Suponemos que no hay misiones imposibles para la UNESCO.

En definitiva, parece que la UNESCO buscaba, ya en 1983, un equipo de súper héroes que, en pro de un nuevo orden mundial de información y comunicación, y usando como meras herramientas su ética y su responsabilidad social, constituyeran un mercado ejemplar del Periodismo que se expusiera en un escaparate transparente ofrecido por los grandes medios de comunicación. Una gran utopía, esa que en 1983 pretendió domesticar el sistema de la comunicación, dirigiendo el panorama solo con los hilos de la integridad del comunicador. Eso sí, en nombre de las Naciones Unidas. Al margen de la realidad que ya entonces se gestaba, la del negocio de los medios como empresas, la responsabilidad de la información queda a cargo de los periodistas de forma individual. Y desde 1983, la UNESCO no ha tenido nada que añadir a esto, ni nada que modificar. 

Lo primero que es preciso destacar es que existe una diferencia entre medio de comunicación, periodista y Periodismo. Y que al ser diferentes, su ética debería ser abordada desde una perspectiva muy diferente, incluso cuando se entran en detalles, como al referirnos a los libros de estilo:

1. Periodismo es una rama de conocimiento propia de las Ciencias Sociales, dentro de la ciencia de la Comunicación. Como materia teórica, es pura, es esencial dentro de las órdenes sociales y forma parte del complejo universo del humanismo. Como tal, es un conjunto de estudios, con categoría académica universitaria, conducentes a la obtención de un título (que no necesariamente habilita para ejercer la profesión, dicho sea de paso). Por otra parte, Periodismo también es una profesión, relacionada con la información y que comprende actividades tales como recogida de datos, elaboración de contenidos y difusión. Periodismo, a su vez, es el cumplimiento de una serie de características en referencia a un producto informativo: hace periodismo aquel que, siguiendo las directrices de esta rama académica, difunde contenidos desde una perspectiva ética, desinteresada, sin fines propagandísticos, honestamente, con fidelidad y veracidad, con honor…

2. Periodista es quien ejerce el periodismo y/o quien dispone de titulación universitaria, que no siempre coinciden, pero deberían. Es la persona que trabaja la información, la interpreta y la ofrece a la sociedad como un bien esencial propio de un estado democrático y liberal. Es su misión, aunque sujeta a su decisión, ejercer como periodista siguiendo las directrices del Periodismo.

3. El medio de comunicación es el canal por el que el periodista difunde la información que ha desarrollado ejerciendo el Periodismo. Pero también es una empresa, y como tal es una organización encaminada a obtener beneficio y rentabilidad económica. Un medio de comunicación ofrece la información como un producto, mientras que el periodista construye una información con un fin social. Y aquí surge una dicotomía, Periodismo/medio-de-comunicación: el ejercicio del Periodismo no debería estar condicionado por el proceso de mediatización de la información.

El problema que se presenta entre la profesión (periodista), su estructura (Periodismo) y la forma en que esta se ejerce (medios de comunicación) es complicado de resolver a nivel social. Ocurre en otras profesiones en las que se brinda un servicio a la sociedad: médicos, abogados, bomberos, enfermeros, barrenderos… y periodistas. Todas estas ocupaciones ofrecen un bien social, que además de estar reconocido como un derecho dentro de un estado de bienestar, implican una serie de connotaciones éticas que hacen del ejercicio de la profesión la composición en sí mismo de ese bien social: curar al enfermo, apagar un fuego, mantener la higiene, ofrecer un diagnóstico… Pero, sin embargo, todos los profesionales quieren cobrar por desarrollar su trabajo.

La diferencia entre Periodismo, periodista y medios de comunicación queda clara, y no deberían mezclarse en ningún momento. De hecho, un pequeño detalle: la mayoría de los códigos que hacen referencia a cuestiones éticas o deontológicas aluden al periodista y no al medio de comunicación.

Extracto de la tesis doctoral Manual de Deontología Jurídica del Periodismo. Aproximaciones éticas y soluciones para una nueva narrativa basadas en la extranjería.


Barrutia Navarrete, M. (2021). Manual de Deontología Jurídica del Periodismo. Aproximaciones éticas y soluciones para una nueva narrativa basadas en la extranjería. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla.


2 comentarios en «Periodismo, periodistas y medios de comunicación: reflexión y crítica»

Deja una respuesta