Investigación: La nacionalidad en la noticia periodística: del Derecho a la Información al discurso de odio.

Desde la época de los colonialismos españoles la prensa ha forjado un imaginario colectivo relacionado con el concepto de extranjería. La principal herramienta periodística, el lenguaje, debe ser estudiada y evaluada con el fin de abogar por la especialización periodística con un doble objetivo: fomentar el pensamiento crítico en la sociedad y alejarla de los estereotipos que estigmatizan a los extranjeros. La marca que señala a las personas en este contexto es la nacionalidad, presente en muchas noticias periodísticas, un concepto que pasa a ser la clave de este trabajo.  

Este estudio muestra dos partes bien diferenciadas. Por un lado, y a modo de contextualización del fenómeno de la extranjería ligado a la Comunicación y al Derecho, una evolución histórica del lenguaje especializado en la prensa española en el caso de ABC (periodo 1904- 2016). Por otro, el intento de responder una pregunta que parece no tener solución todavía: ¿cómo afecta la especificación de la nacionalidad a la noticia periodística? ¿Se provoca un choque entre el Derecho a la Información y el discurso de odio? Este segundo apartado del estudio se basa en una encuesta realizada a 511 personas sobre su interés en la nacionalidad en las noticias, que ayudará a reflexionar sobre el debate planteado.

La investigación se ha llevado a cabo con un método basado en las Ciencias de la Comunicación, el Derecho y la Estadística, por tanto se posiciona como un estudio multidisciplinar que engloba las siguientes herramientas: el análisis de contenido, el contenido especializado de la legislación en materia de extranjería y resultados estadísticos. Los resultados obtenidos detectan una tendencia al discurso discriminatorio que debe resolverse para una nueva narrativa.

Reflexiones finales y conclusiones.

Acudir a la opinión de la audiencia para obtener respuesta a las preguntas de investigación ha sido un ejercicio de investigación gratificante. Aunque los resultados de las encuestas muestran una división de opiniones poco esclarecedoras respecto a cómo debe actuar el periodista, lo cierto es que reflexionar sobre ello en función a las cifras ha aportado un amplio debate y preguntas para la reflexión que no debe ser obviado por el comunicador a la hora de informar y tomar decisiones.

Desde una perspectiva jurídica. La argumentación sometida a Derecho reduce bastante el dilema moral de la estereotipia en el mensaje informativo. Un individuo es extranjero (teniendo como referencia España, por supuesto) porque no es español y, así, por ejemplo, se es cubano, chino, rumano o italiano porque no se es nacional. La extranjería, como concepto jurídico, se condiciona de forma exclusiva a la nacionalidad. Entonces, tal y como muestran los resultados de las encuestas, ¿por qué debería fomentar el racismo incluir la nacionalidad en la redacción de una noticia? Si dijésemos que la autora de un asesinato es una mujer con coleta, ¿la sociedad desarrollaría prejuicios hacia las personas que se peinaran de esa determinada manera? ¿Podríamos decir que se fomenta la discriminación de esas personas?

La perspectiva social es más compleja, ¿pues cuándo se deja de ser extranjero? Una persona de origen senegalés que ha obtenido la nacionalidad española, ¿cuándo deja de ser un “inmigrante”? ¿Cuándo se refiere la sociedad a él exclusivamente como español? Las sociedades se crean precisamente por ese sentimiento de pertenencia a un grupo, un grupo que responde a una serie de características determinadas, en parte, por la mayoría. ¿Son una amenaza aquellas que son “diferentes”? ¿Por qué es una amenaza el otro, quién lo ha dicho? Sigamos avanzando en esta reflexión en el siguiente párrafo:

Desde una perspectiva política-social. El matiz de la nacionalidad, cuando esta es extranjera, refuerza la idea de invasión y de peligro y la necesidad de un estado que nos proteja. ¿Necesitan los estados que esta idea siga permanente en nuestro imaginario? ¿Lo necesita la sociedad como parte de ese sentimiento de pertenencia a un grupo? Si el estado no tuviera que protegernos, ¿para qué serviría? ¿La sociedad dudaría de su estructura y de su naturaleza y caminaríamos a la supresión de los mismos? ¿Que la sociedad perciba al estado desde una razón paternalista ayuda a su mantenimiento y estructuración? ¿Por qué una orden inventada, como es un estado y el Derecho, discrimina a las personas?

Desde una perspectiva periodística y a modo de conclusión, tras los datos obtenidos y las reflexiones surgidas, la nacionalidad solo debiera incluirse como dato cuando realmente ayude a contextualizar y comprender de una forma más precisa la información. No se trata de aplicar la temida autocensura, al revés. Lo que se debe es realizar el trabajo periodístico de una forma estricta y correcta: planteamiento de la cuestión, recogida de información, filtrado de información y redacción. Es en ese filtrado donde el periodista debe llevar a cabo un debate y una elección internos para respetar los valores deontológicos y éticos de la profesión, desde el más estricto sentido de la justicia, del ejercicio de los Derechos que sustentan la buena praxis. 

El periodismo y la sociedad necesitan una nueva narrativa en referencia a la extranjería que conduzca de los estereotipos a los cerotipos. Y para ello se precisa una correcta delimitación del contexto en el que se desarrolla la noticia.  

Referencia bibliográfica de la investigación: Barrutia Navarrete, M. (2020). La nacionalidad en la noticia periodística: del Derecho a la Información al discurso de odio. En Pérez Adroher, A.; López de la Vieja de la Torre, M.T.; Hernández Martínez, E. (Ed.). Derechos Humanos ante los nuevos desafíos de la globalización. (pp. 718-735). Madrid, España: Dikynson.

Si necesitas más información sobre esta investigación, puedes escribirme a hola[@]mercedesbarrutia.com

Fuente de la imagen: https://www.alvarezramosabogados.com/

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