La educación enfocada a promover el cambio social entre adolescentes y pre-adolescentes

Se llama la Espiral Violeta y ha sido promovido por la Asociación cultural Polaris de Peligros (Granada) y la concejalía de igualdad de ese municipio. A cargo de la psicóloga Maite Ortega, el proyecto pretende asesorar, informar y prevenir la violencia de género en la población juvenil gracias a uno de nuestros mayores valores sociales: la educación. La presentación de este plan social ha tenido lugar en el Espacio Joven La Espiral.

Se trata de un proyecto social con perspectiva feminista. Sí, feminista. Hacemos un inciso para recordar conceptos y continuamos:

Disculpad, pero aclarar esto sigue siendo necesario. Como decíamos, se trata de un proyecto social con perspectiva feminista en el que se pone la atención en pre y adolescentes, algo fundamental si queremos, de verdad, promover un cambio por la igualdad. Uno de los valores interesantes de esta iniciativa es que han ampliado el segmento al que se dirigen disminuyendo la edad de atención (desde los 12 a los 18 años). Y, además, como dice su coordinadora, “si alguien más pequeño o mayor está interesado en venir, por supuesto, tiene las puertas abiertas”, invita Ortega durante su intervención.

La Espiral Violeta consiste en prestar atención profesional a los jóvenes de forma individual, porque de forma aislada debemos ser capaces de reconocer actitudes machistas y violentas; y colectiva porque, como grupo social, debemos permanecer unidos a favor de la igualdad. Para ello, Maite Ortega empleará diversas estrategias para prevenir, detectar y sensibilizar sobre actitudes y situaciones consideradas como potencialmente peligrosas. Entre muchas de ellas, siempre a través de la educación y la especialización profesional:

  • Citas informativos de carácter personal, para que los jóvenes puedan preguntar de todo
  • Información y educación sexual. Sí, sexual: los jóvenes (y los adultos) debemos adquirir conocimiento sobre lo que significa tener una relación sexual sana -consentida, sin riesgos, respetuosa, segura y plena-
  • Talleres formativo-educativos a favor de la igualdad (feminismo = igualdad)
  • Inclusión y educación sobre nuevas tecnologías

Invertir en educación, aunque conlleva un esfuerzo tanto económico como a nivel profesional, además de emocional porque supone una lucha social, siempre resulta barato. Simplemente, porque construir una generación de personas humanas, respetuosa e igualitaria, no tiene precio. Gracias a las personas arquitectas que contribuís a ello.

Maite Ortega durante la presentación de la Espiral Violeta. Fuente: Facebook

Por cierto, gracias por la libreta y el boli. Le daremos buen uso con tinta morada…

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