No pases tus trabajos periodísticos para que les “echen un vistazo”.

Si te dedicas a la comunicación, y en concreto al periodismo, seguramente te haya pasado alguna vez. Me refiero a cuando, tras terminar la entrevista o el contacto con tu fuente, te dicen eso de “cuando lo tengas acabado, pásamelo y le echamos un vistazo”. No, no lo hagas. El comunicador eres tú, no el experto al que has consultado.

Tienes que hacer una comunicación concreta y tienes que contar con una fuente externa, la que sea (fuente primaria, secundaria o indirecta). Recopilas la información, la filtras, preparas tu entrevista si procede, vuelves a filtrar, organizas la información, editas el trabajo y… justo después de preguntar aquello de “esto cuándo sale”, te sueltan la sugerencia de la casa: “pásamelo y lo vemos”. ¿Te suena? ¿Cómo lo has resuelto? Aquí va el consejo: si pasas, que sea de dárselo.

LA COMUNICACIÓN ES TUYA, NO LA REGALES

Para lo bueno y para lo malo, la comunicación, el trabajo, es tuya. Si sale bien, nadie dirá nada; si sale mal, recibirás todo tipo de críticas. Se supone que tú ya has realizado todos los pasos propios del trabajo periodístico y has hecho de gatekeeper de la información. La has trabajado y construido con el estilo del periodista. No necesita una revisión por parte del experto, quien, por cierto, salvo en excepciones, no sabe de comunicación tanto como tú.

Si dudas de algunos conceptos o de algo que tu fuente te haya explicado, contacta de nuevo con ella y acláralo. Si dudas de haberlo entendido, contacta con tu fuente y vuelve a preguntarle lo que necesites. Cada vez que acabes de hablar con ella hazle un resumen con tus palabras para asegurarte de que la información ha fluido de forma exitosa. Pero no dejes en sus manos la edición de tu trabajo. Quien sabe de comunicación, eres tú; quien ha estudiado cómo comunicar, eres tú; quien tiene las claves de cómo llegar a la audiencia de la forma más eficaz y ha decidido el enfoque y la intención de la pieza periodística, eres tú. Tú, periodista, y solo tú.

SI ESTÁS INSEGURO DE TU TRABAJO, NO HAS TERMINADO DE TRABAJAR

Si después de hablar con tu fuente y llevar a cabo toda la labor de guardabarreras te sientes inseguro de tu información, no has terminado tu trabajo. Documéntate de nuevo o más, repasa conceptos o recopila más información y vuelve a filtrarla. Tú eres el intérprete de la realidad que acontece en cada caso y tú eres quien cuenta la historia. Tú, no tu fuente. Tu fuente no decide nada más que responder o no a tus preguntas y cómo hacerlo. Comunicar la noticia, es cosa tuya. El control de la información, entendida como buena praxis periodística, debe conseguirse con otras herramientas más allá de la revisión del experto.

¿Y cuándo grabas? Pues igual, dices que no.

UN EJEMPLO MÁS ALLÁ DE LA REDACCIÓN DE UNA NOTICIA

Has ido a cubrir una conferencia y estás grabando la charla de un experto. Al terminar, el ponente te dice que, si vas a sacar un vídeo con la noticia, cuando lo tengas se lo pases para que lo vea, por si te puede ayudar. Dile que no.

La información que has grabado -entendemos que con autorización del ponente- es tuya y eres tú quien debe trabajarla. Igual que en otro género u otro formato, tú eres quién decide qué comunicar y cómo. Si le pasas la información para que “la revise”, el interpretará según su contexto y sus intereses y no desde tu perspectiva de comunicador (tú también tienes tu contexto, tus intereses y tus objetivos). No lo hagas.

Y si crees que se trata de una cuestión de confianza y que quieres tener a contenta a tu fuente para que te atienda en futuras coberturas, trabaja. Trabaja duro, con buena praxis, con ética, con estilo y respeto. Sé el mejor y plantea la mejor comunicación. Y así, ganarás su confianza.

Recuerda, el comunicador eres tú.

Deja una respuesta